Los especialistas en consumo de turismo LGBTQ+ anticipan que los viajes de familias queer se convertirán en un segmento al cual se le deberá prestar atención. Mucho se ha escrito y estudiado en la última década sobre el impacto del turismo LGBTQ+ en los destinos y empresas comprometidas con la diversidad
Mucho se ha escrito y estudiado en la última década sobre el impacto del turismo LGBTQ+en los destinos y empresas comprometidas con la diversidad. El avance del tiempo y la ampliación de derechos -no exentos de desafíos- ha dado pie a una nueva tendencia de consumo: el auge de los viajes de familias queer.
En este informe analizamos el fenómeno desde diversas aristas, pero entendiendo que la adopción de una cultura de la diversidad -no una simple e improvisada estrategia de marketing- en las organizaciones turísticas y los destinos es -junto a la sostenibilidad- uno de los desafíos basales en la agenda de la industria para los próximos años.
La potencia del arcoíris
A esta altura es una obviedad apuntar que el Turismo LGBTQ+ es un segmento que, si se lo sabe identificar y atender, es relevante. Se estima -según OMT- que representa alrededor del 10% del total de la industria turística mundial, y de acuerdo con la International Gay and Lesbian Travel Association (Iglta) el gasto promedio de sus viajeros es un 33% más alto que el del turista promedio.
Cuando el turismo estaba en su apogeo antes de la pandemia, el gasto en viajes de personas queer alcanzó los US$ 218 mil millones en todo el mundo. Para 2030, los expertos predicen que llegarán a US$ 568 mil millones anualmente.
Es más, para Latinoamérica -como veremos más adelante- hay una enorme oportunidad, ya que muchos de sus destinos son valorados positivamente por sus políticas hacia ese segmento.
De las parejas a las familias queer
Para la consultora especializada británica Globetrender, la tendencia número uno dentro de ese segmento de consumidores son las familias queer. Teniendo en cuenta que hace apenas 20 años que las familias homosexuales son legales en algunas partes del mundo, hay una oportunidad gigante para atender a un grupo nuevo y creciente, sobre todo entre los menores de 45 años.
“Una gran razón por la que las elegimos nuestra tendencia número uno en materia de viajes es porque cada vez surgen más familias arcoíris: en 2019 había casi un cuarto de millón de familias del mismo sexo en el Reino Unido, un aumento del 40% desde 2015”, dijo Jenny Southan, fundadora y CEO de Globetrender.
El cambio es más notorio entre los jóvenes. Un censo en el Reino Unido en 2021 reveló que el 6,9% de los Gen Z, de entre 16 y 24 años, se identificaba como LGBT, frente al 3,5% de los Millennials, de 35 a 44 años, y el 1,6% de los Boomers, de 55 a 64 años.
Una nueva demografía para un nuevo turismo
Pero el fenómeno no es exclusivo de Gran Bretaña. En Estados Unidos el 25% de los estudiantes se identifican como LGBTQ+, según una investigación reciente de la agencia de salud pública. En tanto que en 2019 había 543.000 hogares con parejas casadas del mismo sexo y 469.000 hogares con parejas no casadas del mismo sexo que vivían juntas. La oficina de Estadísticas y Censos del país norteamericano también señaló que 191.000 niños viven con padres del mismo sexo. “Lo que esto indica es que la no heteronormatividad va en aumento” añadió Southan, cambio que los asesores de viajes deberían empezar a tener en cuenta: “Creo que la familia queer es una nueva tendencia en sí misma, a la que la mayoría de los destinos y la industria hotelera en general aún no están acostumbrados”.
¿Qué deben atender los comercializadores?
Es muy difícil definir un perfil monolítico de la comunidad según sus preferencias como viajeros. De hecho -como explicó Globetrender- “ninguna persona es LGBTQ+”, sino que hay múltiples formas de identificarse. Sin ir más lejos, la aplicación de citas Bumble cuenta con 30 opciones para describir género (desde transfemenino a twospirit), mientras que Tinder ofrece nueve opciones de sexualidad (de demisexual a pansexual).
Hecha esa aclaración, una reciente encuesta de Airbnb encargada a la Fundación Iglta muestra que más del 60% de los encuestados planean viajar más de dos veces durante 2024. El 30% selecciona su destino en función de la asequibilidad; el 30% considera la seguridad como prioridad y el 35% dijo que prefiere destinos donde pueda sentirse aceptado como miembro de la comunidad LGBTQ+.
“Los resultados ponen de relieve el profundo impacto que tiene la inclusión en la experiencia de viaje de las personas LGBTQ+. Sentirse seguros, aceptados y valorados como miembros de la comunidad es de suma importancia para ellos”, afirmó John Tanzella, presidente y director ejecutivo de Iglta, quien añadió: “Los destinos que priorizan la inclusión no solo crean experiencias positivas, sino también se benefician de las importantes contribuciones económicas de nuestra comunidad”.
La seguridad como prioridad
Hay que recordar que si bien hoy el matrimonio homosexual es legal en 34 países (frente a uno en 2001), el camino de los derechos humanos LGBTQ+ tiene avances y retrocesos. De hecho, la homosexualidad sigue siendo ilegal en 67 países.
Una reciente encuesta de Booking.com sobre 11.555 viajeros LGBTQ+ de 27 países pone blanco sobre negro en este punto. El 41% canceló un viaje durante el último año después de ver que su destino no era amigable con su comunidad. Incluso, el 75% de las personas transgénero ajustaron su forma de presentarse en términos de ropa y maquillaje mientras viajaban, en aras de la seguridad.
No es casual que este año el 80% haya afirmado que sentía que necesitaba priorizar su seguridad y bienestar como persona LGBTQ+ al elegir un destino de viaje, frente al 64% del año pasado. Y, lamentablemente, casi tres cuartas partes (71%) dijo que su elección de destino se vio muy afectada por la controversia en las noticias sobre las actitudes, la discriminación y la violencia hacia las personas homosexuales.
“En un mundo de crecientes contradicciones e inestabilidad, no sorprende que los viajeros LGBTQ+ de hoy sean al mismo tiempo más cautelosos y confiados. Si bien la visibilidad, la comprensión y la aceptación han avanzado mucho en los últimos años, no podemos dar por sentado ese progreso. La industria de los viajes debe esforzarse por ser un modelo de inclusión, fomentando un entorno en el que todos puedan prosperar y desarrollarse”, conluyó Arjan Dijk, director de Marketing y vicepresidente senior de Booking.com.
La seguridad es todo para las familias queer
Cuando hablamos de familias queer la seguridad es un elemento que gana trascendencia a la hora de ser asesorados para seleccionar un destino.
El estudio de Globetrender recorre un testimonio muy gráfico al respecto. “Tener hijos cambia el cálculo de viaje de cualquier familia, pero, como familia LGBTQ, tenemos que ser aún más cuidadosos”, dijo Joe Bissell-Maynard, un padre de Lansing, Michigan. “A mi esposo y a mí nos encantaba viajar a Jamaica, a pesar del peligro potencial para los viajeros LGBTQ. Hay tantas cosas buenas sobre la cultura jamaiquina que hicieron que los riesgos valieran la pena para nosotros”, añadió, para luego revelar que desde el nacimiento de la hija de la pareja no han regresado a la isla. “No es un riesgo que estemos dispuestos a correr y es mucho más difícil pasar desapercibidos con un niño a cuestas”, dijo: “Ahora elegimos destinos en los que podemos salir, ser orgullosos y abiertos como familia, con una expectativa razonable de que estaremos seguros y libres de acoso”.
El compromiso exigido a las empresas
En paralelo, muchos estudios advierten que cada vez más los turistas en general evaluarán a las empresas y países bajo la lupa de sus propios valores. Y a la hora de decidir a dónde y con quién contratar sus viajes, ese cambio cultural tendrá impactos concretos para las organizaciones y destinos en función del enfoque que adopten respecto a la diversidad étnica, sexual o de género.
“Si bien tradicionalmente ha sido visto como un buen ideal para promover, las presiones sociales ahora han obligado a que ese enfoque se convierta en un imperativo empresarial”, concluye uno de los proveedores líderes de servicios y consultoría, Accenture. En un informe específico para la actividad turística, la firma señala que para casi 3 de cada 4 personas LGBTQ+ es importante que su proveedor de viajes preferido demuestre valores similares a los suyos.
Según Accenture, el riesgo de no tener una fuerte cultura de inclusión y diversidad no solo les impedirá captar nuevos clientes, sino que “se arriesgan a perder los actuales” en un contexto donde los ejecutivos de viajes informan que es cada vez más difícil ganar la lealtad de los consumidores.
La encuesta de Booking reveló que el 65% dedica tiempo a investigar las marcas antes de viajar para averiguar cómo apoyan a las personas LGBTQ+, y el 69 % estuvo de acuerdo en que es más probable que elijan aerolíneas y marcas con políticas inclusivas. De manera similar, el 65 % prefiere atracciones y actividades diseñadas específicamente para personas que se identifican como LGBTQ+.
Latinoamérica en la percepción de la comunidad LGBTQ+
Como dijimos, para los viajeros LGBTQ+ seleccionar un destino acogedor e inclusivo es vital para planificar unas vacaciones.
En este sentido, es valioso entender la centralidad del siguiente dato del Índice de Igualdad elaborado por Equaldex en 2024. Tras analizar la realidad de 197 naciones: cinco países latinoamericanos están en el top 20 de los más valorados por sus leyes, derechos y actitudes públicas hacia la comunidad LGBTQ+.
Uruguay encabeza la lista en Latinoamérica, siendo junto a Chile los únicos países de la región que se encuentran en el top ten mundial (3º y 4º). Brasil (10º a nivel mundial), Cuba (12º) y Argentina (20º) también se destacan por sus niveles de inclusión a la comunidad.
De hecho, a nivel de continentes y subcontinentes, Sudamérica obtuvo el mejor promedio a nivel global en cuanto a leyes y derechos para las personas queer, incluso por encima de Europa.
Dicho esto, no debería sorprender que, en la encuesta de Airbnb, después de Europa, América Latina sea el segundo destino al que más les entusiasma viajar a los miembros de la comunidad LGBTQ+.
México, Costa Rica, Puerto Rico, Argentina, Colombia y Brasil se encuentran entre los seis países preferidos para visitar, y también fueron reconocidos por los encuestados como los más inclusivos.
Río de Janeiro en Brasil, Puerto Vallarta y Ciudad de México en México, San Juan en Puerto Rico, y Bogotá y Medellín en Colombia se encuentran entre las principales ciudades con mayor intención de visitas.
“Tomar la decisión sobre dónde es más seguro viajar como familia LGBTQ+ es difícil, pero hay que reducir la lista a aquellos países donde el matrimonio homosexual es legal y donde hay más posibilidades de sentirse bienvenido”, resumió Jenny Southan.
Está claro que para Latinoamérica hay una enorme oportunidad, ya que muchos de sus destinos son valorados positivamente por sus políticas hacia ese segmento.
Fuente: La Agencia de Viajes